Por P Darío Taveras, Superior Provincial M.S.C.
El P. Emiliano fue el octavo
de trece hijos de Leonidas Tardif y Ana Larochell. Nació el 6 de junio de 1928 y
ese mismo día fue bautizado en la iglesia parroquial de San Zacarías por el P.
Poirier. El día de su nacimiento esperaban que sucediera lo peor: que muriera
la mamá y el niño. Es por eso que ese día en la casa habían dos médicos y estaba
presente un sacerdote de la parroquia. Según un médico, doña Ana no podía dar a
luz al niño y debía evitarlo. Ante esta sugerencia la mamá dijo: "más vale
morir en gracia que morir en pecado. Prefiero sacrificarme y que nazca el hijo".
Todo salió bien y después de Emiliano nacieron cinco hijos más. Cuatro
entraron en la vida religiosa: Emiliano y Armando, con los Misioneros del
Sagrado Corazón, Luis con los oblatos y Adriana con las Hermanas de Nuestra
Señora Auxiliadora. Al P Emiliano le sobreviven ocho hermanos y viven todos en
Canadá.
El P. Emiliano nació en San Zacarías, un pequeño pueblo colindante con la
frontera de los Estados Unidos. A temprana edad tuvo que emigrar con su familia
a la región de Abitibi. A su papá no le fue bien en unos negocios y tuvo que
buscar nuevos horizontes. "Es que papá tenía el carisma de la pobreza, si
hubiéramos sido ricos no seríamos lo que somos en nuestra vocación", esta fue la
respuesta del P. Emiliano a la queja de una de sus hermanas que decía "en casa
hemos sido siempre pobres".
Es así como el P. Emiliano pasa varios años de su infancia en un pueblo del
Abitibi llamado Rapide Danseur. Y es desde allí que se dirige a la ciudad de
Québec, donde los Misioneros del Sagrado Corazón tenían un Seminario Misionero
desde el año 1900. En septiembre de 1941 toca la puerta de este Seminario
Misionero donde su hermano Armando era el encargado de la cocina. Allí el P.
Emiliano completa sus estudios primarios y cursa la escuela secundaria
(1941-1948). El 8 de septiembre de 1948 empieza su año de noviciado con nueve
compañeros más. Siete de ellos harán la profesión perpetua como Misioneros del
Sagrado Corazón y se ordenarán de sacerdotes. Tres de ellos ejercerán su
ministerio sacerdotal y misionero en la Rep. Dominicana: El P Emiliano Tardif,
José Quinn y Raymundo Savard. El 3 de julio de 1952 el joven religioso M.S.C.
Emiliano Tardif escribió esta carta a su Superior Provincial:
"Deseo sinceramente consagrarme a Dios en la Congregación de Los
Misioneros del Sagrado Corazón para servirlo como religioso y como sacerdote.
Después de pedir las luces del Espíritu Santo y, después de haberlo reflexionado
mucho, yo le pido, Reverendo Padre, la admisión a los votos perpetuos. Mi
confesor me anima a seguir la vocación de Misionero del Sagrado Corazón, ese es
mi más vivo deseo".
Después de su año de noviciado en Sainte Clothilde recibió su formación
filosófica en la casa de estudios que su Congregación tenía en Watertown, al
norte del Estado de New York. Vuelto a Quebec para hacer su teología, hace la
profesión perpetua el 8 de septiembre de 1952. Durante sus estudios de teología
residió en la casa más antigua de la Congregación en América, a la sombra del
santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la zona colonial de la
ciudad de Québec. Al finalizar el tercer año de teología fue ordenado sacerdote
en la parroquia donde vivía su familia, Rapide Danseur del Abitibi, el 24 de
junio de 1955 por Mons. Desmarais, obispo de Amos. Ordenado ya sacerdote y
haciendo su último año de teología, el P. Emiliano estuvo pensando en su futuro
ministerio y el 8 de diciembre de 1955 le escribió de nuevo a su superior
provincial:
"La historia de los orígenes de nuestra Congregación nos dice que esta
fiesta de la Inmaculada Concepción es un día muy favorable para obtener un gran
favor de Dios. A mí me parece que es la ocasión favorable para pedir algo a
Usted que para mí es el representante de Dios. Yo sería feliz de ir a ejercer mi
apostolado misionero a Santo Domingo o en otras partes... La razón de mi
preferencia es la gran pobreza de la gente privada de los sacramentos y también
porque me parece que en el apostolado misionero yo podría hacer fructificar
mejor los pocos talentos que Dios me ha dado... Yo confío esta petición a
Nuestra Señora del Sagrado Corazón".
El P. Emiliano recibió una respuesta positiva y llegó a la República
Dominicana el 16 de septiembre de 1956.
De 1956 a 1963 fue profesor del Seminario Misionero de San José de Las Matas
y colaboraba en la Parroquia. Dirigió la revista Amigo del Hogar desde 1959
hasta 1969. Renovó la Revista y promovió la imprenta que hoy se conoce como
Amigo del Hogar. Como Director de la revista le tocó tomar decisiones atrevidas
como aquella de publicar un número durante la guerra civil, sobre el asesinato
por las "fuerzas del orden" del P. Arturo Mackinnon, en Monte Plata. Siendo
Director de la revista Amigo del Hogar en Santiago, se involucró de lleno en la
Pastoral diocesana organizando la famosa Campaña del Rosario en Familia del P.
Peyton, participando en los Cursillos de Cristiandad y en el Movimiento Familiar
Cristiano.
El P Emiliano fue un religioso muy querido y valorado en su grupo desde sus
años de estudiante por su capacidad de iniciativa y por su celo apostólico. Fue
Superior de la Congregación en nuestro país desde 1966 hasta 1973 cuando tuvo
que renunciar debido a su enfermedad pulmonar. Durante su mandato llevó adelante
grandes proyectos de su Congregación como fue el Centro Vocacional de Licey, el
Centro de Promoción de Nagua, la residencia de Los Prados en Santo Domingo.
Durante este tiempo fue también Presidente de la Conferencia Dominicana de
Religiosos (CONDOR), con todo lo que esto suponía de coraje y osadía para
enfrentar situaciones conflictivas propias de aquellos tiempos.
Curado milagrosamente de su enfermedad reparte su tiempo entre el ministerio
parroquial y la predicación desde 1974 hasta el 1985, primero en Nagua y luego
en Sánchez, Pimentel, La Romana y San José de Las Matas. En 1985 nuestra
Congregación se cree en el deber de darle libertad al P. Emiliano para que
compartiera a manos llenas y como hombre de Iglesia lo que para él fue un don
extraordinario: la curación física y el llamado del Señor al ministerio de la
Predicación, proclamando a un Cristo Vivo y lleno de compasión y misericordia,
de manera preferencial para con los enfermos y pecadores. Fueron 25 años
cargados, intensos, llenos de fatiga, recorriendo 72 países, fundando la
comunidad laical de los Siervos de Cristo Vivo y organizando las Escuelas de
Evangelización.
¿Cuál fue la escuela en la que se formó y el pozo en que bebió?
El P. Emiliano perteneció durante cincuenta años de su vida a una familia
religiosa, cuyos miembros "tienen sus corazones humanos en particular sintonía
con el Corazón Divino" (Juan Pablo II) y cuyo Fundador fue el P. Julio
Chevalier.
¿Su fuente de inspiración?: la espiritualidad del Corazón
¿Cuál fue el modelo de su vida sino el P. Julio Chevalier, que no se quedó
en la contemplación, sino que fue de aquellos grandes hombres de la Iglesia que
"sacan del Corazón de Cristo, de modo pragmático, la energía vital de su
actividad apostólica?" (Juan Pablo II, en el Ángelus del 24 de junio 1979). El
P. Emiliano supo juntar la espiritualidad del Corazón y el ardor misionero de la
Nueva Evangelización. Hizo de la devoción al Sagrado Corazón, la espiritualidad
de su vida y predicó el Evangelio del amor misericordioso presentando un Jesús
Vivo, esforzándose en hacer saber a los pobres de este mundo que Dios los
quiere, particularmente a los enfermos de toda clase de enfermedades.
Hay un pequeño libro presentado en las ofrendas de la Eucaristía que explica
muchas cosas de la vida del P. Emiliano. El libro de Vida de los Misioneros del
Sagrado Corazón fue su guía de peregrino por este mundo y la inspiración de su
vida consagrada.
¿Cómo sorprenderse de que, bajo la consigna del fundador - "Amado sea en
todas partes el Sagrado Corazón de Jesús" - el P Emiliano recorriera nuestro
país, evangelizara en 72 países muriendo en el norte de Argentina?
¿Cuál fue el Espíritu que recibió en sus años de formación y de vida
apostólica?
"Con Nuestro Fundador, contemplamos a Jesucristo unido al Padre con lazos de
amor y confianza. Jesús, lleno del Espíritu Santo, daba gracias al Padre por
haberse revelado a los pequeños, porque era SU SIERVO, profundamente
comprometido con los pobres y los pecadores" (Constitución de los M.S.C. Nº. 6)
"En Jesús vemos al Buen Pastor que va en busca de las ovejas perdidas, que
conoce a las suyas y da su vida por salvarlas... Es nuestro Maestro, manso y
humilde de corazón, que alivia nuestras cargas y nos procura descanso. Pero
también nos plantea exigencias y nos habla con autoridad" (Const. Nº. 7).
¿Qué significa la muerte del P. Emiliano? "Jesús cumplió la voluntad del
Padre y se hizo el servidor de sus hermanos y hermanas hasta morir por ellos,
pero su muerte fue su victoria" (Const. Nº. 8).
Más que un entierro,
el evento de la muerte del P Emiliano fue la celebración de la Pascua. Tanto en
Santo Domingo como en Santiago, el pueblo celebró la bendición de que el P.
Emiliano hubiera vivido entre nosotros.
¿Cómo se explica la vida interior de un hombre con tantas solicitudes y
preocupaciones?
"Como Misioneros del Sagrado Corazón, debemos estar convencidos de la
necesidad de una profunda vida interior, abierta al Espíritu Santo, para que
podamos crecer en la fe y en el conocimiento del misterio revelado en el Corazón
de Cristo". (Const. Nº. 14).
Quienes le acompañaban en sus correrías apostólicas lo saben bien: ni las
horas de trabajo ni de vuelo le impedían nunca hacer su oración personal, su
breviario, su eucaristía.
Muchos se preguntan el por qué de la insistencia del P. Emiliano en tres
aspectos de su vida espiritual: La devoción al Sagrado Corazón, a la Eucaristía
y a la Virgen Santísima.
"Fieles al espíritu de nuestro Fundador daremos a esta devoción un lugar
especial en nuestra espiritualidad y en nuestro apostolado" (Const. Nº. 15).
"En la Eucaristía y por medio de ella Dios renueva su Alianza con nosotros y
nosotros le renovamos nuestra entrega personal. Reconocemos, fieles a nuestro
tradición, que este sacramento es el centro de nuestra vida de fe..." (Const.
Nº. 17)
"Por estar María íntimamente unida al misterio del corazón de su Hijo, la
invocamos, como hizo nuestro Fundador, empleando el título de Nuestra Señora del
Sagrado Corazón. Ella conoce las insondables riquezas del Corazón de Cristo,
todo su ser esta lleno de su amor, y nos lleva a El, señalando su Corazón...
(Const Nº. 18)
El P. Emiliano se comportó siempre como un hombre de Iglesia. Brindó gran
confianza a los laicos. En su trato con el clero no hizo diferencias entre
diocesanos y religiosos. Tuvo un aprecio sincero por sus pastores y conjugó todo
esto con un gran sentido de pertenencia a la vida religiosa y a su congregación.
Días después de su muerte, me tocó abrir y recorrer su habitación en la Casa
de la Anunciación y tuve la impresión de subir, como dice el Libro de los
Hechos, a la habitación superior, al aposento alto, desde donde se ve la vida y
los sucesos de la historia desde la perspectiva del Reino, mirando más allá de
nuestras parcelas, sin dejarse seducir por lo efímero ni dejarse deprimir por lo
mezquino.
Al recorrer la habitación del P. Emiliano, tuve la sensación de estar en un
lugar desde donde se miran los grandes horizontes, no en el aposento bajo, cuyas
ventanas no reciben la brisa del Espíritu Santo. El P Emiliano tenía la visión
de un hombre de iglesia, la perspectiva de quien tiene la certidumbre de recibir
la luz del Espíritu y el soplo fresco que se siente en el aposento alto.
"Nuestra misión para trabajar por la venida del Reino de Dios como
Misioneros del Sagrado Corazón nos viene en la Iglesia y a través de ella.
Aceptando esta misión como una gracia y una responsabilidad, queremos estar
unidos a la Iglesia por un amor leal y fiel" (Const Nº. 27).
El P. Emiliano, como buen maestro de la palabra humana y divina, salpicó
de anécdotas, de historias y del sentido del humor sus constantes enseñanzas
delante de toda clase de público. Su última conferencia estuvo salpicada de
anécdotas, risas y aplausos. "El nuestro es un espíritu de familia y de
fraternidad, hecho de bondad y comprensión, de compasión, y perdón mútuo, de
delicadeza, humildad y sencillez, de hospitalidad y sentido del humor"
(Const. Nº. 32).
Al P Emiliano se le podrían aplicar las palabras de Pedro: "no tengo plata
ni oro, pero lo que tengo te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno,
levántate y anda " (Hechos 3, 6). Muchos enfermos recibieron la invitación de
Emiliano "en nombre de Jesucristo, el Nazareno, levántate y anda", pero muchos
otros necesitados recibieron también de sus manos el oro y la plata que pasó por
sus manos, y que él con discreción y largueza repartió.
El P Emiliano se fue ligero de equipaje. Fue un hombre generoso, un
verdadero administrador de los dones del Señor.
Sus colaboradores más próximos se asombraban por su persistencia frente a
las adversidades y su audacia para echar adelante sus proyectos. El P Emiliano
convertía las dificultades de una obra en medios para su ejecución. No cabe duda
que se inspiró en su padre Fundador que decía: "cuando Dios quiere una obra,
los obstáculos son medios".
Con el Evangelio de San Mateo que hemos leído en la misa del domingo 20 de
junio, el P Emiliano nos dice a todos, particularmente a los Siervos de Cristo
Vivo y a los Misioneros del Sagrado Corazón: "No tengan miedo. ¿No es verdad que
se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae
por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de
su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen
mucho más que todos los pájaros del mundo". No tengan miedo.
(Publicado en "Amigo del Hogar" Julio-Agosto, 1999)
P.
Emiliano Tardif, M.S.C. (1928 -1999) Datos sobresalientes de su vida |
|
6 de junio, 1928 | Nació (y fue bautizado) en San Zacarías, en la Provincia de Quebec, Canadá. |
8 de septiembre, 1949 | Hizo su profesión religiosa en los Misioneros del Sagrado Corazón. |
24 de junio, 1955 | Fue ordenado sacerdote por Mons. Desmarais, obispo de Amos. |
16 de septiembre, 1956 | Fue enviado a la República Dominicana. |
De 1966 a 1973 | Fue Superior de los Misioneros del Sagrado Corazón en la República Dominicana. |
14 de junio, 1973 | Cayó enfermo de tuberculosis. Se trasladó a Canadá, donde el Señor le sanó. |
24 septiembre, 1973 | Fue bautizado en el Espíritu Santo. |
8 noviembre, 1973 | La primera manifestación del carisma de sanación: un hombre de 53 años con artritis. |
De 1974 a 1985 | Repartió su tiempo entre el ministerio parroquial en Nagua, Sánchez, Pimentel, La Romana y San José de Las Matas y la predicación de retiros de evangelización en todo el país y en el extranjero. |
28 de noviembre, 1982 | Con siete más, fundó la Comunidad Siervos de Cristo Vivo: "El que mucho ama es capaz de hacer grandes sacrificios por el Amado" |
A partir de 1985 | Se dedicó a los retiros de evangelización a tiempo completo, llegando a predicar en 71 países de los cinco continentes. |
25 de marzo, 1992 | Se abrió "Juan Pablo II", la primera de las Escuelas de Evangelización. |
22 julio 1998 | Bendición de la "Casa Magnificat" en Castellón, España: "Si un día ustedes descuidan la adoración del Santísimo, su comunidad comenzará a desmoronarse." |
8 de junio, 1999 | Falleció en San Antonio de Arredondo, Provincia de Córdoba, Argentina. |
13 de junio, 1999 | Fue sepultado en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.. |